La lipectomia abdominal, al igual que otras intervenciones produce una respuesta de inflamación y hematomas debido a la propia naturaleza del procedimiento y la respuesta del cuerpo ante las incisiones en la piel, la manipulación de la zona, cortes de tejido y extracción de la grasa abdominal.
El grado de inflamación varía en gran medida dependiendo de cada caso y cada paciente, puesto que cada paciente mostrará un pronóstico distinto y un grado de complejidad técnica diferente. Sin embargo, existen algunos métodos con los que se puede reducir esta inflamación los días posteriores a la operación.
¿Cómo reducir la inflamación provocada por una lipectomia abdominal?
Como decimos, la abdominoplastia suele causar altos niveles de inflamación. Para reducir al mínimo o minimizarla al máximo se sugiere:
- El uso de vendajes a compresión. Tras la cirugía, el abdomen y la herida quirúrgica será cubierta por un vendaje a presión. Esta prenda evita que el líquido se acumule en la región abdominal, manteniendo “exprimido” el abdomen.
- La implementación de drenajes que facilitan la eliminación de fluidos desde el vientre hacia un envase exterior. Para ayudar a succionar el líquido, se encuentra presente una bombilla en el extremo superior. Por lo general estos drenajes son retirados al momento de quitar los puntos o las grapas de la incisión quirúrgica.
Los drenajes no causan ningún tipo de dolor, solamente se encargan de beneficiar al organismo en su etapa de recuperación. Normalmente de todo ello se ocupará el equipo de profesionales que le hayan practicado la abdominoplastia, y que completarán con tratamiento de antiinflamatorios orales típicos para estos casos.
¿Tiene alguna preocupación con respecto a la inflamación o hinchazón?
No olvide consultar con su cirujano toda duda o preocupación con respecto a este tema. Se encargará de preparar un tratamiento acorde, bien con medicamentos, bien con una dieta diferente que pueda ayudarle a mejorar la recuperación.